martes, 18 de agosto de 2009

Hombre encendiendo un cigarrillo con el sol.
Primer plano de un hombre de perfil acurrucado, que solo se le ve su silueta oscura, en la que se observa que tiene un cigarrillo en la boca. Los rasgos que se muestran son mínimos pero se puede observar que tiene el cabello corto. Sus manos están juntas y están en posición de recibir algo y sus codos están apoyados en sus rodillas.
Este hombre se encuentra acurrucado al parecer en un pastizal en el cual se denotan algunas ramas largas y solo se ve su silueta oscura.
Estas siluetas se deben al atardecer que se está formando en el cielo, este es el fondo de la imagen. Los colores que hay en el cielo es principalmente una tonalidad negra que al acercarse al sol se va combinando con el amarillo del sol. En el cielo se encuentran dos nubes: la primera está ubicada en la parte superior de la imagen; la segunda esta en el medio de la imagen y se ve un poco mas alargada hacia la parte de la derecha.
El sol está ubicado en el centro de la imagen justo donde están las manos del hombre y parece que este tiene el sol en las manos para encender el cigarrillo.

Interpretación
El hombre en la imagen se encuentra en una posición pensativa en la que con el cigarrillo muestra el deseo de poder desahogar la ansiedad de resolver sus problemas o necesidades. Este a su vez es un ambiente que se presta para una persona que necesita la soledad como compañera, para poder expresar sus emociones y sentimientos, poder aclarar sus pensamientos e ideas que necesita con ansias. Con el sol en las manos se manifiesta el poder de alcanzar un sueño que se quiere realizar. En cuanto al ambiente de esta imagen que se da aproximadamente a partir de las 6:00pm por un tiempo corto, se puede expresar la admiración del mismo, ya que cuando se observa nos lleva a la exclamación "las maravillas que hace la naturaleza", y en ese instante en el que se deleitan los ojos llegamos a un trance en el que todo es maravilloso, en el que respiramos un aire de paz y tranquilidad interiormente. Esos son los momentos que hay dedicarles tiempo. Y aunque todos los días el sol se pone entre las montañas; no todos los días nos detenemos a observar esta maravilla y cuando lo observamos es espontáneo ese momento.


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